CAPÍTULO I
LOS PLANES DEL UNIVERSO.
Brillaban intensamente las estrellas esa noche, cómo haciendo competencia con las hogueras que iluminaban los corredores del palacio, a lo lejos se escuchaba el potente estruendo de caballos, espadas desenvainadas y arcos que temblaban como arpas al disparar las flechas. A las afueras de las puertas principales había una revuelta, la guardia imperial la estaba enfrentando, de forma ruda y sin piedad se defendían del enemigo, nada podía poner en peligro a la familia real y al príncipe heredero. Mientras tanto, en los oscuros calabozos, lloraba confundida Beka, preguntándose una y mil veces cómo había terminado allí, en un lugar tan primitivo y lejano, a mil años luz en el tiempo inverso, de su casa y de sus sueños.
La audiencia ante el rey sería al día siguiente en la mañana, sabía que, tal como vio mil veces en películas y series de época, su muerte era segura, su vestimenta y apariencia del siglo XXI sólo tendrían cabida en sus mentes como manifestación de brujería o la tildarían de espía, no había duda, tenía que pensar en algo para salvar su vida. De repente, revisó su bolsillo izquierdo, encontró la llave de la bodega del departamento, chiclets y un lapicero azul. Guardo sus esperanzas con el bolsillo derecho, logró palpar, aunque humedecido, su teléfono celular, tenía batería, miles de fotos y vídeos que podría mostrarles para probar que todo venía del futuro, de unos 500 años antes que ellos y su majestuosa civilización de Joseon.
Beka tenía un año viviendo en Goyang, estudiando tierra adentro el idioma coreano para poder aprenderlo mejor, así como su cultura. Estaba obsesionada con su época imperial y por que no decirlo, con los tiernos ojitos rasgados que se veían caminando por su calles. Unos días atrás decidió viajar a casa solo por vacaciones, quedaba un año entero de estudios por venir. Para hacer algo diferente viajó junto a su madre al parque nacional Yelowstone, tomándose unos días para compartir en familia. Fue allí cuando, mientras recorría la ruta para llegar a la cima, se sintió atraída por un desvío, caminó sola alrededor de 20 minutos, sin darse cuenta se había alejado mucho de las vías principales y permitidas. Se acercó a la orilla de un abismo para divisar hacia abajo si podía encontrar de nuevo el camino principal, siguió caminando hasta que encontró un gran hoyo, con un diámetro de 100 metros aproximadamente, desde su posición pudo ver un humo violeta que parecía salir desde el fondo. Sintió una fuerza invisible que la arrastró hasta la orilla, a lo lejos escucho que su madre la llamaba por última vez , mientras caía despavorida en el portal, la leyenda era real, así como todos los casos de desaparecidos en el parque. Experimentó una caída infinita y eterna, mientras lo hacía puedo observar varias puertas esféricas con un aro de luz dorada y plateada, eran miles y miles de ellas, de repente, sin saberlo, como si se tratara de un reconocimiento instantáneo de nuestro ADN, ella lo supo, se trataba de diferentes entradas a mundos o universos paralelos que coexisten a la vez; cada uno con sus reglas, formas, espacio y orden en el tiempo. Los documentales e incluso experimentos científicos no habían fallado, este gran hueco al lado del acantilado en el parque Yelowstone era un portal en el tiempo, una entrada a otra dimensión que justificaba la desaparición de tantas personas anualmente. Stephen Hopkings no estaba equivocado, existen universos paralelos coexistiendo uno junto a otro, en una multiplicidad infinita de posibilidades. Se trataba de un portal con gravedad, fuerzas y leyes físicas distintas a las que conocemos, que la lanzó a un universo paralelo atrás en el tiempo que conocemos, pero que transcurre mientras nosotros existimos en este, una manifestación real del efecto de la doble ranura, Beka encontró una puerta a otra dimensión, atrapada en la historia de los libros de Corea y del mundo entero.
Ahora se encontraba en un calabozo, horas antes había sido encontrada desorientada en la muralla norte del palacio, con un acento y dialecto extraño, jeans y franela blanca, zapatillas fucsia marca puma de la última colección. En la oscuridad de la celda le llegó una sorprendente idea, de esas que las neuronas buscan en modo supervivencia, para garantizar la vida. Preguntó al guardia en su precario pero moderno coreano qué día y año era. Estaba en la era de la dinastía Joseon, en el reino de Yi Chongjo, busco en su mente un acontecimiento importante, de algo había servido su obsesión por esta época y toda su investigación. Justo en dos días se daría una gran batalla contra la invasión de los Manchuria. Pasó la noche entera planeando lo que diría, los gestos de su cara y el lenguaje corporal que utilizaría.
Se asomó el sol y se escuchaban los pasos de los guardias, con su típicas armaduras, el camino hasta los pies de su majestad se hizo eterno, sería una manifestación del tiempo en este universo, pero para Beka se detuvo. Estaba arrodillada, con la cabeza y mirada hacia el suelo, sólo podía ver los escalones que llegaban hasta la silla de su majestad, a su alrededor estaba la corte en pleno, funcionarios del gobierno con sus hanbocks especiales de túnicas rojas, cinturón con medallas y sombrero negro de pelo de caballo con panales laterales, quienes como ministros, tenían la función principal de aprobar o desaprobar la decisión tomada por el rey.
Después de pensarlo mucho decidió no mostrar el móvil, sería demasiado para ellos, lo dejó escondido en la celda.
¿De dónde eres? tu apariencia no parece europea. Preguntó el rey extrañado de ver su piel mestiza, ojos grandes y rasgos gruesos, por alguna razón la llamaban Pocahontas en la escuela.
Soy de occidente. Estados Unidos - respondió Beka sabiendo que esto causaría un gran alboroto en la corte.
¡Silencio!- exclamó el rey- ¿Cómo pretendes que confiemos en alguien de occidente? ¿Cómo hablas coreano?
Fui criada por un coreano - fue lo que pensó durante toda la noche. Era su coartada.
Un súbdito coreano en occidente. ¡Estás mintiendo! Es evidente que eres una espía extranjera que quiere infiltrar ideas extrañas en nuestro reino y que pretende traer ideas del cristianismo y revoluciones ajenas. Llévenla al ….
Traigan un Chamán- lo interrumpió Beka desesperada - yo puedo adivinar el futuro, sé que en dos días habrá una batalla con los Manchúes que atacaran con fuerza los asentamientos del sur, habrá más de 500 muertos. El gran reino de Joseon perderá.
No hay nada más que decir, serás torturada hasta morir en agua hirviendo..-sentenció el rey.
Con su permiso su Majestad- interrumpió el chamán que acompañaba a la reina a todas partes- considero que sería mejor esperar dos días y ver que sucede, todo lo que pueda servir a la defensa del reino es importante, le ruego que esperemos- aconsejó.
¡Le rogamos que espere su majestad!- suplicó al unísono toda la corte de ministros y funcionarios.
Ante la presión, su majestad aceptó. Aunque en el final del período medio de la dinastía Joseon el confucianismo había desterrado las ideas budistas de estas tierras, aún habían chamanes y personas que creían en sus prácticas. Entre ellas la reina Kim So-yong , quien pasó de ser concubina a la representante femenina principal de Joseon, luego de la muerte de la reina Kim Jung Hwa, la madre del príncipe heredero. Por esta razón durante la audiencia, luego de las súplicas de la corte, la reina susurró al oído de su esposo que hiciera lo que el chamán indicaba. A Beka le quedaban dos días para idear un nuevo plan, o tratar de escapar, buscar el lugar en el que aterrizó del vacío del hoyo de Yelowstone y ver la manera de volver a su universo y sus planes de hacerse rica con un chaebol.
Fue levantada de forma salvaje por los funcionarios, su corazón y respiración se habían detenido, la adrenalina había causado estragos en todo su cuerpo, le temblaban las piernas, lanzó una disimulada mirada a su majestad, le adivinó unos 50 años, surcos en su frente y mejillas, con la piel tostada por las batallas que había liderado, frente a revueltas y traiciones. Era un rey guerrero, no enviaba tropas de avance, él las lideraba. Junto a él, al terminar el último escalón, estaba un joven alto, usando un Gonryongpo azul oscuro, y un sombrero Gongyeongchaek que escondía su cabello largo, liso y negro. Tenía que ser parte de la familia real para usar esa vestimenta. Parecía joven, en los inicio de sus 30, con una mirada fría y semblante serio, nariz pequeña, ojos rasgados y negros, sin doble párpado, mejillas rosadas. Se trataba del príncipe heredero Yi Seon, hijo de la reina Kim Jung Hwa, que había fallecido cuando él tan sólo tenía 5 años.
De vuelta a la oscuridad del calabozo, no podía explicarse este mundo nunca maginado en el que se encontraba ni la razón por la que estaba allí, ¿Sería todo solo por azar, o existía algún motivo por el cual tropezó con esa puerta a este universo?
Rebeka Sánchez, nació en Houston, Estados Unidos, era hija de padres mexicanos que atravesaron el río buscando un sueño. Vivió en extrema pobreza los primeros años de su vida, hasta que tuvo la edad suficiente para trabajar y ayudar a su madre, su padre falleció en un accidente en una construcción. No hubo ningún tipo de indemnización para la familia de un obrero inmigrante fallecido. Pero Beka siempre estudió, tenía excelentes calificaciones en secundaria, su materia favorita era historia y se obsesionaba por épocas y períodos de los continentes y países, comenzó por América, luego Europa. Para la mitad de sus veintes se obsesionó con Asia y en particular con la fundación y desarrollo de civilizaciones en China, Corea y Japón. Luego se enamoró de Corea del Sur y toda su industria musical y de televisión. Era una chica de buen corazón, amable, cariñosa, desapegada de lo material si alguien más lo necesitaba, pero tenía un gran deseo de sacar a su madre de la pobreza y de recorrer el mundo entero en viajes de placer, de tener lo que no pudo cuando era niña y adolescente. Finalmente se ingenió un plan, un día mientras preparaba una hamburguesa en un local de comida rápida en el que trabaja por las noches, se encendió la bombilla junto a tres puntos suspensivos al lado de su frente, conseguiría una beca que cubriera todos sus gastos para estudiar coreano en la mismísima Corea del Sur y de alguna forma aprovecharía su estadía allí para enamorar a algún empresario rico que junto a sus millones le solucionaran la vida a ella y su mamá. Sonaba completamente descarado y desalmado, y mucho más que descabellado, podría parecer poco probable, pero confiaba en que su aspecto llamativo y diferente no pasaría inadvertido y que su capacidad y habilidades de convencimiento darían fruto. Al menos esa mañana en la audiencia habían funcionado, había convencido al rey de la península entera de Corea de darle dos días más de vida.
Parecía ser más de la media noche cuando escuchó unos sonidos y expresiones diferentes de los guardias, los pasos se escuchaban cada vez más cerca de su celda, estaba aterrorizada ¿Había cambiado de opinión el rey? ¿No volvería a abrazar nunca más a su mamá? Estaba muy oscuro, pero logró divisar a un eunuco sosteniendo una lámpara y junto a él la túnica azul que vio en la audiencia, la mirada fría del que supone era el príncipe heredero. Frente a los barrotes, fue la persona que por primera vez desde que había aparecido en esta dimensión le preguntó:
¿Cuál es tu nombre?- preguntó inmutado y con la mirada fija al infinito el príncipe.
Yo, yo soy- respondió tartamudeando- soy Beka.
¿Beka? Me cuesta pronunciar los nombres occidentales - ¿De qué familia eres? - insistió en preguntar el príncipe.
Digamos que la sociedad a la que pertenezco no se parece mucho a esta- dijo recordando el dominio de los clanes familiares que abundaron en el poder del reino en esa época.- Mi apellido es Sánchez, soy Rebeka Sánchez, pero todos me llaman Beka.
Señora Rebeka Sánchez - pronunció con gran esfuerzo- no creo absolutamente nada de lo que ha dicho, le exijo que me diga quién la envió ¿Los japoneses? ¿El mismo gobierno de Estados Unidos?, yo no soy como mi padre que sucumbe a las órdenes de la reina y sus supersticiones- afirmó mientras se fijaba en la vestimenta de Beka, por la moralidad en la que había crecido le parecía excesivamente vulgar lo ajustado de los jeans que utilizaba, además de ser una prenda que marcaba la figura y no dejaba nada a la imaginación. Sólo había visto en algunos libros a hombres utilizando pantalones, nunca a una mujer, además era un material completamente desconocido.
Beka estaba con marcas de polvo en su ropa y rostro, además estaba demacrada por el hambre.
Por favor crea en mí, espere la batalla y su resultado…
¿Por qué sabes sobre esa batalla? ¿Estás del lado de ellos? créame que no permitiré que la reina la salve, haré lo posible para que muera en esta celda.
Y así se esfumó el príncipe junto a la luz del eunuco, dejándola paralizada del miedo, aterrorizada de este reino y su inexistencia de derechos humanos. Clamó a Dios, al Dios que le enseñó su madre todas las noches, con el que no hablaba desde su primera comunión y le pidió que la salvara, que abriera un hueco con un nuevo portal en el calabozo y la hiciera despertar en Houston en la humilde y sencilla cama junto a su madre.
NOTAS AL PIE:
El chaebol (en hangul, 재벌; en hanja, 財閥) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. Las compañías que presentan esta peculiaridad se caracterizan por su fuerte crecimiento, desarrollo tecnológico, diversificación y una fuerte dimensión empresarial. La palabra en coreano significa negocio de familia, aunque también se utiliza para referirse a un monopolio.
Hanbok usado solo por la realeza en ceremonias importantes.
Sombrero usado por el príncipe primogénito que eventualmente se convertiría en el príncipe heredero.
FOTOS ILUSTRATIVAS
