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Me declaro culpable de darle vida a todos los personajes que rondan mi imaginación. Te invito a hacerlos vivir a ellos y sus historias en tu mente y corazón!! Bienvenidos a mi blog.

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Foto del escritorEscritora Melina Fuenmayor

BEKA Y SU VIAJE EN EL TIEMPO. CAPÍTULO II HANBOK MESTIZO


CAPÍTULO II

HANBOK MESTIZO

El ejército de Joseon fue aniquilado por los manchúes, destruyeron las aldeas cercanas a la frontera con China, se contabilizaron un total de 5350 fallecidos, tal como había predicho la mujer de extraña apariencia dos días antes. Esa noche se le perdonó la vida y fue nombrada por la reina como dama a su servicio. Quería tenerla cerca para aprovechar sus dones de predecir el futuro. Viviría junto a las sirvientas en las instalaciones del palacio.

Así comenzó su vida inexplicable en esta existencia desconocida, ajena y solitaria. Su único objetivo era encontrar la forma de regresar a 2019, en su cálido dormitorio en Corea del Sur mientras cumplía sus sueños de aprender coreano, enamorar al dueño de un chaebol y así recorrer el mundo con la vida que siempre quiso para su mamá.

A la mañana siguiente recibió instrucciones de la ropa que debía usar, se trataba de un uniforme de las damas de la corte, todas vestían hanboks de los mismos colores, verde en la parte superior y morado en la falda, una sirvienta con la que compartía la habitación le realizó un peinado Kwimit Meori, porque era una mujer joven y no estaba casada.

Aunque parecía una copia de sus compañeras, no era fácil pasar inadvertida con su piel canela y rasgos aztecas, lo único similar a su homólogas era su larga cabellera negra.

Por primera vez pudo ver bien el palacio, era un millón de veces más hermoso que como lo mostraban las fotografías o películas, incluso como pudo verlos restaurados en su universo, cuando llegó a Corea del Sur, era una fiesta de verdes y rojos que adornan las paredes de maderas movibles, tejados marrones con techos curvos sostenidos por consolas y postes, puentes de madera abrazados de flores, caminos de piedras, lagos transparentes y árboles frondosos, era un espectáculo de hojas verdes tornándose marrones, recién iniciaba el otoño. No fue fácil persuadir al rey y a la corte de salvar la vida de Beka y mucho menos de dejarla vivir en el palacio, al final la idea de tener cerca a un posible enemigo y cuidar sus pasos fue la que planteó la reina para tenerla cerca. Pero su vida aún no estaba a salvo, debía ingeniárselas para seguir con su estrategia de adivina y asegurar su estancia en el palacio mientras lograba escapar de esta dimensión.

Así fueron pasando los días, con la mirada de todos los habitantes del palacio sobre ella, mientras se acostumbraba a la rutina de acompañar y asistir a la reina en todo, morar fuera de la puerta de su habitación a cada hora y saber que a la pequeña falla sería torturada hervida o decapitada. Era difícil aceptar una vida como esta, daba gracias por la sociedad en la que había nacido y por la libertad que había disfrutado en su país y en su tiempo, por la evolución de las sociedades y la abolición de todo estos regímenes esclavistas. Las clases sociales eran exageradamente marcadas en la Corea de aquella época, familia real, funcionarios de alto rango con sus familias nobles, pobres que debían pagar altos impuestos y esclavos. La superioridad de una clase sobre la otra era absoluta, los pobres y esclavos no eran más que animales o cosas al servicio de los que estaban en la cúspide de la pirámide, matarlos o torturarlos por cosas banales era algo común. A Beka aún se le revolvía el estómago con los abusos que veía, un guardia podía desenvainar una espada y dar muerte a un súbdito por simple placer, aunque entendía la mentalidad gobernante en ese reino, en esa época y en ese momento, la evolución progresista de su cerebro no podía aceptarlo. Al parecer todo se repetía de la misma forma que contaban los libros de historia que había leído, sólo que por alguna razón este tiempo iba más lento que el suyo. Se desvelaba por las noches recordando el dolor de las familias al buscar los cuerpos de algún sirviente castigado o condenado.

Un mañana, mientras estaba de guardia a las afueras de la recámara de la reina, los eunucos anunciaron:

¡Su majestad el príncipe heredero Yi Seon desea ver a la reina!

El príncipe se detuvo justamente ante las puertas corredizas de madera mientras esperaba la orden de la reina para su entrada, su mirada era altiva, casi hacia el cielo, podías verlo desde lejos como si flotara, casi inalcanzable.

Un sirviente advirtió al príncipe que la reina aún dormía, pero él insistió en esperar afuera, era típico de ella evitar sus vistas. Fue entonces cuando por algunos segundos bajó la mirada y miró a su izquierda, justo a su lado, frente la puerta y con la mirada hacia el suelo estaba Beka. Se sintió sorprendido, no esperaba verla tan cerca de la recámara de la reina de Joseon, esta vez ya no vestía una ropa extraña y vulgar, se trataba de una chica con apariencia extraña, rasgos y piel distinta, usando una vestimenta típica coreana, con un peinado común entre las cortesanas - "Entonces no es casada"- pensó al ver su larga trenza terminada en un lazo rojo con flor blanca- de repente vaciló moviendo su cabeza lado a lado- ¿y eso acaso importaba?- como podía creerle a esta espía extranjera, que terribles costumbres podía traer del occidente.

La reina ha osado colocarte en un puesto tan alto, tanto así que estás de primera al frente de su puerta. Has tenido suerte, o tal vez trabajas para ella- le reclamó el príncipe.

Instantáneamente Beka levantó la mirada.

Ha sido la decisión de su majestad y no la mía, príncipe...

Como te atreves a levantar la mirada- Dijo apuntando con un cuchillo uno de los guardias de Yi Seon.

Detenté- reclamó el príncipe- supongo que de donde viene no conocen los modales.


En ese momento se abrieron las puertas de la habitación, Beka se deshizo de ese incomodo y peligroso momento, debía seguir las normas si quería conservar su cuello antes de abandonar este universo, pero entre tantos formalismos y subordinación a la familia real era difícil recordar cada norma, por ese instante actuó como una chica del siglo XXI.

Al pasar una hora, el príncipe salió de la habitación, aunque debía conservar su imagen distante e indiferente, no pudo dejar de mirar a su izquierda, como si su mente lo impidiera pero sus ojos no resistieran mirar un hanbok colgado en un cuerpo y un rostro tan distinto, mientras caminaba hasta su recamara no podía borrar esa imagen de su mente, pero, volvió a mover la cabeza de un lado a otro susurrando- Seguramente es una espía confabulada con la reina para matarme a mí y a mi padre, perpetuando a su familia en el poder a través de su heredero.

El príncipe Yi Seon tenía 32 años. Había sido educado desde pequeño por grandes eruditos y nobles estudioso del reino, leía desde pequeño todos los libros de Confucio, se sabía todas sus normas e ideales y creía en su correcta aplicación para tener un reino próspero. El dolor lo acompañó desde pequeño al perder a su madre, y a pesar de todo los cuidados y atenciones de los eunucos y servidumbres, nunca pudieron suplantar esta pérdida. Había crecido viendo a su padre reconocer en los súbditos de clases muy lejanas a la nobleza habilidades para formar parte del gobierno y del ejército, si podían aprobar exámenes que demostraran sus méritos, por lo que, para ser alguien de la época era un poco más avanzado con sus ideas de estructuras sociales, sin embargo se encontraba a un universo de distancia de la sociedad que conocía Beka. Yi Seon quería ser el rey de Joseon para seguir con las políticas reformistas y culturales de su padre, si el reino caía en manos de su hermano Yi Dae Hyung, el hijo menor de la reina, la familia Kim tomaría el control, llenando de impunidad y corrupción el gobierno, destruyendo todo lo que su padre había logrado. Había enviudado a los 30 años, luego de tener un año de casado, no tenía hijos. Se trató de una matrimonio concertado por el rey con la hija de una familia poderosa que lo había apoyado desde siempre. No conocía el amor, no creía que existiera, tampoco le importaba, estaba rodeado de fuerzas extranjeras que debía vencer, así como batallas internas dentro de las puertas del palacio. Era su mundo, era lo que conocía, hasta ese absurdo día que apareció dentro de las murallas una mujer con una inexplicable vestimenta y unos ojos grandes con mirada profunda color miel.

Los días se pasaban con recorridos por la instalaciones del palacio, la reina caminaba delante y toda su corte le seguía sin descanso, entre ellos, por supuesto Beka, ya habían pasado dos meses desde su llegada y no había hallado la forma de volver al lugar donde la lanzó el portal, en la zona norte del palacio.

Se presentó una oportunidad, la reina quería enviar un mensaje a una reina viuda que vivía en el palacio, fue escogida para llevar el papel de arroz escrito con hangul en tinta negra, envuelto en un sobre de seda. Entregó el mensaje rápidamente, se dispuso a caminar a lo que supuso era la parte norte del palacio. Nunca imaginó que sería tan grande, la demás servidumbre, eunucos y guardias la miraban por cada pasillo que atravesaba, hasta que finalmente se dio cuenta que esta perdida, no tenía ni idea de donde se encontraba.

A lo lejos observó una estructura techada pero sin paredes de madera, era amplia y estaba llena de de mesas a nivel del suelo y muchos libros alrededor. Estaba asustada, en el palacio todo era una excusa para degollarla, de repente alguien se acercaba por detrás, cuando volteó ya era tarde, era el príncipe, frente a ella, con sus infinitos ojos negros atravesando su pupila, esta vez su mirada no era tan fría:

¿Qué haces en los alrededores de mi recámara? estás espiando de nuevo ¿Te envió la reina? - preguntó el príncipe.

Ella nuevamente se olvidó de los formalismos y actuó como una chica de su época.

¿Qué es este lugar tan hermoso? parece sacado de una postal- estaba extasiada con el paisaje, un sin fin de árboles de cerezos deshojados rodeaban la estructura.

Es mi lugar de estudio, donde medito los pensamientos confucianos para aplicarlos en mi reinado, ese que la reina quiere arrebatarme- de repente el príncipe comenzó a responderle y darle explicaciones a una sirvienta, era difícil dejar de mirarla, aunque extraña, la mujer frente a él tenía un rostro hermoso.

Wow!!! Todo es igual a como lo contaban, este es tu lugar de estudio, me encanta- finalizó la chica con el coreano más moderno que se había escuchado jamás en esas tierras

Wow! - repitió el príncipe- ¿Qué expresión es esa? los occidentales son tan poco corteses...

Me encantaría leer aquí mi libros favoritos- dijo Beka- Mientras caminó al recinto de estudio de eruditos milenarios, subió los tres escalones y se acercó a las mesas con los manuscritos; estaba inspirada, tanto que olvidó por completo que podía resultar muerta por esta acción. Pero al parecer, el príncipe también lo había olvidado, le gustó la cara de alegría y asombro de ella mientras hojeaba los libros, tocaba las mesas y miraba a su alrededor. De repente Yi Seon volvió a mover la cabeza de un lado al otro - Esto es inconcebible como he permitido que esta extranjera esté en un lugar tan privado e importante para un príncipe heredero- Luego tomó aire, y se convirtió en el personaje serio del principio, como el que vio desde la audiencia real:

Sal inmediatamente, me has enredado con tus artificios y has aprovechado que estoy solo sin mi corte y guardias, aquí no encontrarás nada que puedas llevarle a la reina- sentenció el príncipe.

Pero su majestad, yo, yo....

No te atrevas a volver nunca más, de lo contrario estarás muerta- fueron sus últimas palabras- parecía que era el tópico favorito de todo los habitantes del palacio, las amenazas de muerte.

Beka regresó despavorida, sintió de nuevo un miedo terrible de perder la vida ¿cómo se le olvidó de nuevo el formalismo y la distancia ante su majestad el príncipe? a veces sentía que pasaba algo con él, como si de algún modo fuera cercano, y pudiera entablar una conversación con él mientras toman cerveza comiendo pizza.

Sin saber cómo, volvió a su puesto en la corte de la reina, y así se fue el resto del día, sin encontrar la muralla norte para buscar el portal e ir de vuelta a Netflix, BTS y Burger King.

Notas al Pie:

1. El Kwimit Meori era un peinado muy popular en los jóvenes solteros. El cabello estaba dividido hacia delante y estaba trenzado hacia la espalda. Al final de la trenza estaba ataba con un lazo de trenza largo y rojo llamado daenggi. El baesssi daenggi se usaba en el cabello de las mujeres y el hogeon en el de los hombres

2. Hangul: alfabeto nativo coreano.







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