Después de una semana, el rey finalmente aceptó la propuesta, Mi Suk sería la prometida del príncipe heredero y futura reina de Joseon. El palacio se preparaba para celebrar y anunciar el compromiso. Cuando ya era más que evidente, una noche en el estanque, Yi Seon le dijo a Beka:
-Dentro de muy poco se anunciará mi compromiso con la hermana de Suk. Me he librado del dominio de la familia de la reina - dijo el príncipe con un tono de alivio, sin pensar ni un segundo en lo que podía significar el matrimonio en el mundo de Beka.
-Entonces los rumores eran ciertos. En el palacio no hay secretos - afirmó Beka confirmando con mil grietas en el corazón lo que había escuchado.
El príncipe continuó hablando, sin advertir que ella estaba triste, se perdió entre sus preguntas y dudas del mundo paralelo que le describían todas las noches.
Faltaban pocos días para terminar las labores en la tienda de campaña cuando una mañana Yi Seon corrió a la parte de atrás al escuchar murmullos y llantos; se trataba de algunas enfermeras y Beka que lloraban frente al cuerpo inanimado del cuentista favorito de todas, el señor Kwang había fallecido durante la noche. Yi Seon se olvidó de los formalismos y se acercó a Beka, la tomó por el brazo y colocando su mano en su cabeza la llevó hasta su pecho para consolarla con un abrazo. Él no lloraba, pero sentía, como nunca antes, la muerte de este pintoresco súbdito que se había robado su aprecio y admiración. Fueron hasta el patio central, él servía un té mientras Beka se limpiaba las lágrimas:
-El señor Kwang me hizo recordar tanto a mi madre, por mucho tiempo me he sumergido en esta época y este mundo. Me he distraído demasiado sin volver a investigar cómo haré para volver- dijo Beka con voz de arrepentimiento.
-¿Aún piensas en volver?- dijo el príncipe sabiendo que era una pregunta egoísta.
-Por supuesto ¿cuál es la razón o el motivo para quedarme? -preguntó mientras se quedaron los dos mirándose fijamente, como diciendo con las miradas lo que no se atrevían a hablar.
Beka se había dejado atrapar por la fascinación de vivir su serie histórica de forma real y auténtica junto a un príncipe encantador, pero el compromiso real y el fallecimiento del señor Kwang la habían hecho recordar que había un mundo que cursaba justo al lado de ese en el que estaba, en el que su madre la esperaba, así como sus sueños y anhelos. Hacía días que se preguntaba si realmente al volver perseguiría al heredero de un grupo chaebol, parecía que había apreciado el valor del esfuerzo y trabajo duro mientras estuvo en la tienda de campaña. Ahora se sabía capaz de aprender y hacer cosas nuevas y lograr por su propia cuenta lo que se propusiera. Decidieron salir a caminar por los alrededores, nadie podía reconocer al príncipe con su Hanbook común, llegaron a una taberna y tomaron sopa de kimchi jjigae junto a unos tragos de Soju, era lo más parecido a una cita moderna de las que se tenían todo el tiempo en el mundo de Beka. Hablaron un par de horas como para en vez de llorar, honrar la vida del señor Kwang y recordar sus historias:
-He pensado mucho sobre esto su majestad, y quiero que me lleve ante su maestro Kim Yuk, le contaremos toda la verdad para ver si él tiene una idea de como puedo hacer para volver.
-¿Estás segura? ¿Estarías dispuesta a hablar con él?
-Sí, creo que ha llegado el momento de trabajar en mi regreso- dijo Beka mientras Yi Seon comenzaba a sentir algo por dentro, no sabía identificar bien la emoción, pero sentía un susto enorme en el pecho.
Pasaron los días y se fijó la celebración del compromiso la primera mañana de primavera antes de la luna llena. Se hizo una ceremonia en el patio interno principal frente al edificio Geunjeongjeon, como invitados los funcionarios reales y ministros. La dama de la corte y los eunucos rodeaban con reverencias a los participantes. Beka vió llegar desde el inicio de las camineras a la prometida, una esbelta y risueña chiquilla coreana con algunos 18 años aproximadamente, piel tersa y suave, iluminada por el naciente sol de primavera. Yi Seon esperaba con su deslumbrante túnica roja de dragones dorados, parecía verse aún más guapo, pero su mirada se perdía entre la multitud, aún y cuando Mi Suk se acercaba, sus ojos no se cruzaban con la futura reina, hasta que finalmente, entre tanta gente, sus ojos y los de Beka se encontraron como reafirmando una vez más que era una simple alianza que facilitaría su gestión de gobierno y neutralizaría el poder de la reina y su familia, pero los ojos de Beka esa mañana decían otra cosa, sus ganas de volver habían aumentado, como si quisiera huir corriendo del amor imposible que la había atrapado.
La celebración se extendió hasta entrada la noche, se hizo obvio para Beka que no podrían verse en el estanque de loto, no había duda, había llegado el momento de hablar con el maestro Kim Yuk contara o no con la ayuda del príncipe.
Al día siguiente Beka sabía que Yi Seon se reuniría con el maestro Kim Yuk en la biblioteca, esta vez decidió escaparse de la corte y adelantarse unos minutos, para hablar con el sabio antes de la llegada del príncipe:
- Buenos días maestro, el príncipe llegará pronto. Yo me he tomado el atrevimiento de llegar antes para hablar con usted.
-¿Qué trae por aquí a la chica de las estrellas?
-"Chica de las estrellas"- pensó Beka- será que el príncipe le había hablado de ella.
- Como lo puedes deducir lo sé todo, soy el maestro del príncipe y como amantes de la física ambos estamos fascinados con tu historia y lo que significas.
- "Con que se trata sólo de mi historia" - pensó de nuevo Beka, parecía que no pasaba de ser una novedad cuántica para el príncipe - ¿Ha pensado en mi caso, en que exista una posibilidad de regresar, de abrir de nuevo un portal? - preguntó interesada y triste a la vez.
- He investigado mucho con las herramientas que tengo en este mundo, al parecer los portales no se mueven, se encuentran en ese espacio físico por la latitud y energía que hallan allí - explicó el maestro.
-Entonces ¿Qué debo hacer?
- Debes buscar en este mundo el lugar exacto en el que caíste, debes buscar ese parque, ese caño, ese agujero en este tiempo.
- ¿El parque Yellowstone? ¿Existe aquí?
- No conozco el occidente, tienes que intentarlo es la única manera que conozco. Debes tomar un barco hasta Japón y luego viajar hasta el otro extremo del mundo, hasta llegar a Estados Unidos.
Los sorprendió el príncipe, ya se imaginaba lo que conversaban:
-Entonces ¿Te irás?
-Si su majestad, debo reunir el dinero suficiente para planear el viaje y buscar Yellowstone en este universo.
- Yo voy a ayudarte, puedes contar conmigo.
El reino de Joseon estaba aislado gracias a las constantes invasiones, el rey había decidido preservar sus costumbres, idioma, religión y tradiciones alejándose lo más posible de otras naciones y sus influencias, lo que hacía un viaje al extranjero para un súbdito una gran hazaña. Beka había sido una confiable compañera de la corte que había salvado su vida, por lo que para el príncipe resultaba natural ayudarla a salir del país, sin embargo, al mismo tiempo sentía confusiones en su corazón, como un revoltijo de emociones que se superponen una sobre otra, algo que no conocía ni entendía, pero que al imaginarla a distancia de años y mundos luz hacia doler su corazón.
BODA TRADICIONAL EN LA ÉPOCA DE JOSEON
MAQUILLAJE NOVIA ÉPOCA DE JOSEON
PAISAJE COREA DEL SUR
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