Capítulo 2
Belle.
Soplaba la brisa en Juana Méndez, la tarde regalaba un clima fresco.
Belle, se despedía de su hijo mayor, con un hoyo en el pecho. Cuando uno se aleja de los hijos no vuelve a estar nunca más completa.
Su familia le repetía que no se marchara, las cosas no iban tan mal para ella si se comparaba con muchos otros familiares o conocidos.
- ¿Quién sabe si Chile es lo que realmente te han dicho? - repetía la abuela - Hay muchos que han regresado con el bolsillo y el cuerpo vacío.
Con sus ahorros y los de Philip, dejaron a cargo de buenos amigos el sermón dominical de la iglesia, y se marcharon con una niña en camino a conocer esa tierra que está detrás de la cordillera.
Se encontró con un país de mestizos y con ojos que no estaban acostumbrados a su profundo y diferente color de piel, resistente al calor, pero débil al frío.
Nadie entendía una pizca de Creol, y por más que lo intentó, el español se le hacía muy difícil. Sentía una vergüenza terrible al intentar hablarlo. Bajaba la mirada con temor a equivocarse; ser corregida o rechazada.
Parió a la niña en el hospital San Borja, donde todas sus conocidas habían parido. Nació Ruth, con la piel oscura como el alquitrán. Nació Ruth y era chilena.
Philip trabajaba para las dos, pero a pesar de las ayudas del gobierno no era suficiente. Santiago era una ciudad neoliberal que los arrastraba a todos sin hacer distinción, desde Vitacura hasta Cerro Navia, en esta última comuna quedaba su habitación.
Les ofrecieron un trabajo para cortar el césped, Belle y Philip fueron de inmediato a la cita, mientras ambos se cambiaban de ropa, todas sus pertenencias fueron hurtadas, ropa, dinero, pasaportes y cédulas.
Belle se olvidó de su poco español y corrió a la comisaría más cercana, mientras Philip buscaba a la niña en la casa de un familiar.
-Los extranjeros deben colocar sus denuncias en la sede de PDI exclusiva para ellos, por aquí no se puede tramitar- Repetía el sargento Rodrigo Alvarez, seguro de que Belle no estaba entendiendo.
Había una sede de la Policía de Investigaciones en Santiago, exclusiva para trámites de extranjeros. Esta sede amanecía con filas que daban vuelta a la manzana y con compatriotas extranjeros que vendían o alquilaban los cupos, mientras más cerca estabas de la entrada el precio se incrementaba.
Según lo afirmado por el Sargento Alvarez, si eres hurtado, robado, secuestrado, apuñalado o víctima de cualquier otro delito y eres extranjero, no puedes ir hasta la comisaría más cercana para formalizar la denuncia (tampoco puedes tener la cédula vencida) debes ir a la sede de Santiago, en otra no pueden atenderte.
Al día siguiente Belle acudió a la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia junto a Ruth, su beba, para hacer lo posible por recuperar sus pertenencias, buscar ayuda con la asistencia social, o quizá por alguien, que simplemente la quisiera ayudar.
Se volvía a imponer la “barrera idiomática”, y ningún funcionario entendía su situación, fue entonces cuando Belle decidió dejar a la niña a cargo de la guardia de seguridad de la institución para ir en búsqueda de un intérprete.
Tal vez sea difícil de entender para los suramericanos, pero en Haití una persona con uniforme es visto como alguien en quien confiar, alguien a quien se podría dejar el cuidado de tu pequeña hija. En 10 minutos se dio alerta a los carabineros de abandono de menor. Esa noche sin un traductor que pudiese explicar lo que sucedía, Belle fue detenida en su casa. La niña fue trasladada al Sename.
Por más de 12 horas buscó Philip a Belle, la encontraron en el Ex posta Central en UCI, por graves ataques de epilepsia. Belle no sufría de epilepsias.
Se desprende del informe de carabineros, que, en su desesperación, se propinó cabezazos contra la pared de su celda.
Un mes después del arresto, el 30 de septiembre de 2017 falleció Belle, luego de 7 meses de haber llegado a Chile. Nunca más volvió a ver a su pequeña Ruth.
Nunca fue concedida por el Tribunal la solicitud que hizo de ver a su hija, al menos a través de una fotografía.
-Me quitaron a mi única bebé, me arrestaron y me esposaron como a una ladrona (…) Me divulgan por la prensa para que todos me vean y lo que más me afectó es que no me puedo defender porque no hablo español. Los haitianos nunca van a tener justicia en Chile ¿Usted cree que si fuera de otra nación me iban a hacer esto? - dijo el traductor de Belle durante su hospitalización.
FIN del segundo capítulo "Belle". Crónicas Oscuras de migrantes en Chile.
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